Concierto de Shakira en Almería, cancelado: 'Waka waka' de rumores en la cola

Todo estaba listo para que la noche de ayer fuera una cita imprescindible para la capital. El 'concierto del año', como pintaron desde el Ayuntamiento de Almería, así como la mayoría de los medios de comunicación, se quedó más bien en una mezcla de incredulidad y posterior enfado de los miles de fans que aguardaban ver a Shakira bailar sobre el escenario, que resultó 'imperfecto', del Estadio de los Juegos Mediterráneos.

El cabreo de ayer entre los amantes del 'waka waka', tras la confirmación de la suspensión del concierto de la artista internacional colombiana, fue la punta del iceberg de una tarde, ocupada principalmente por la espera y la expectación, que pasó por diversas y 'estrambóticas' fases entre los ánimos de los allí presentes.

Daban las seis y media de la tarde y cientos de personas hacían cola para ver a la 'diosa del sol', lo que no sabían es que horas más tarde no escucharían ni una sola nota ni tampoco algún atisbo de entonación. Algunos asistentes, los primeros que ocupaban la fila, llevaban desde la noche anterior aguardando el momento el que se abrirían las puertas. Frío, hambre y sueño no pudieron con sus ganas para empujar un ambiente que cada vez se hacía más numeroso. Y es que, a las 18.30 horas, la cola de la espera se había hecho considerablemente grande. Fue en esos instantes cuando un agente de la Policía Local de Almería aparecía subido a una moto y, a velocidad minúscula, comenzó a recorrer la fila entusiasta advirtiendo que el concierto de Shakira se había suspendido.

Lejos de hacer algún movimiento o expresión, el público se mantuvo en la misma zona, en la que se respiraba la incredulidad y el escepticismo ante la noticia que el agente les acababa de dar. «No puede ser verdad, los encargados de las puertas no han explicado que dentro de quince minutos abrirán», decían algunos. Otros, que fueron alertados con anterioridad por los medios de comunicación presentes, directamente afirmaron que «la suspensión se trataba de una broma de mal gusto».

Entre 'dimes y diretes', el público fue pasando, una vez conocida la noticia de que la no celebración del directo se debía a un problema con el montaje del escenario, de la incredulidad hasta la creación, al margen de la oficial, de distintas teorías por la que la cantante no saltaría al escenario. «Hay un rumor que dice que Shakira y Piqué van a tener un hijo. Lo mismo no viene porque está embarazada», explicaron unas chicas con cara de tristeza. Otros, sin embargo recordaban las horas de sueño que tenían ante «una espera inútil» y de la cantidad de gestiones, «como pedir un día en el trabajo o recorrer cientos de kilómetros», para poder asistir a un concierto que resultó tener de todo menos música y canciones.

«Es una vergüenza»
El ambiente, tras minutos de espera ante un posible comunicado que contara lo contrario a la cancelación, fue tomando 'calor' y, aunque cientos de personas abandonaron las instalaciones tras la mala noticia, otros, la inmensa mayoría, comenzaron a pedir explicaciones a los guardias de seguridad que custodiaban la puerta del escenario. Tras oír la misma explicación aportada minutos antes por aquel agente de policía, la sensación del público empezó a hablar a ritmo de «manos arriba, esto es un atraco», o «no se porque nos han hecho venir aquí, si ya sabían que no se iba a celebrar esta mañana». Lo demás, llegó precedido de la indignación y de las lágrimas de muchos fans que tras horas y horas de espera se quedaron sin ver a su ídolo.